Nasly Torres, una migrante guatemalteca que vive en el condado de Montgomery, dice que lloró frecuentemente cuando a su hija se le diagnosticó con autismo a los 4 años. A partir de ese momento, conoció a la pediatra Tania Caballeros y se unió a un grupo de madres hispanohablantes de niños con necesidades especiales.
“Personalmente, el grupo me ha ayudado a librarme del miedo a hablar sobre el autismo”, dice Torres de 31 años. “Me siento cómoda haciéndole preguntas a la Dra. Caballeros porque al principio, no sabía cómo afrontar la situación, ya que mi hija es el primer caso de autismo en mi familia”, añade.
Caballeros, de 39 años, creó el grupo en el año 2019 para ayudar a madres con hijos que tienen necesidades especiales, particularmente aquellas cuyo primer idioma es el español y que viven en una cultura diferente a la de su país de origen. Caballeros quería que el grupo fuera un lugar para prestar asistencia a madres hispanas de Maryland, aprender sobre el autismo, intercambiar recursos y ofrecer sugerencias sobre cómo apoyar a sus hijos. El grupo actualmente se encuentra conformado por 30 madres, entre ellas varias del condado de Montgomery, que se reúnen mensualmente vía Zoom con la Dra. Caballeros.

“Estoy orgullosa de haber creado un espacio en el que las madres se sienten cómodas hablando en su lengua materna. “Se sienten empoderadas, y la dinámica general de cada reunión es muy sincera y abierta”, afirma.
Caballeros, quien trabaja para el Centro Sol de la Universidad de John Hopkins, una institución que brinda oportunidades a los latinos de Maryland que tienen problemas de salud, notó la necesidad de que los niños hispanos con autismo, así como sus familias obtuvieran recursos de salud, luego de que la cantidad de casos diagnosticados aumentará antes de la pandemia. Según la Oficina del Censo, el 20% de la población del condado de Montgomery es hispana. Además, los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), indican que 1 de cada 44 niños es diagnosticado con autismo.
Los padres hispanos con niños autistas, se enfrentan a múltiples retos para acceder a los servicios que necesitan sus hijos, afirmó Yoreidy Tavárez, psicóloga clínica del Centro de Autismo y Trastornos Relacionados del Instituto Kennedy Krieger. Entre estas dificultades, suelen figurar las barreras lingüísticas, las diferencias culturales y la falta de seguro médico, añadió.
Es necesario “diversificar la nómina de especialistas en autismo, facilitar la formación y los recursos en español, aumentar la flexibilidad en la prestación de servicios para adaptarse a las variables culturales y abogar a nivel estatal y nacional por políticas que protejan y apoyen a los niños autistas”, afirma Tavárez.
La Dra. Caballeros eligió las reuniones de Zoom para adaptarse a las necesidades de las madres y sus hijos autistas, “sabiendo que la mayoría de estas madres tienen varios trabajos y otros hijos”.

“Contar con las demás en un grupo de apoyo, en una comunidad en la que las personas aportan todo tipo de experiencias y recursos, es sumamente importante”, afirma Caballeros, y añade que tener un amplio espectro de voces con diferentes experiencias y procedencias ha ayudado al grupo a crecer paulatinamente.
Torres menciona que actualmente sabe cómo afrontar y responder a los comentarios de los demás.
“Algunas personas me han dicho: ‘Ay, yo no podría hacerlo’, y mi respuesta es que por favor se reserven sus comentarios porque no quiero que me miren con lástima”, añade Torres. “Este grupo me ha abierto nuevas puertas y he aprendido que tengo el apoyo de madres en mi misma situación”.
Para más información sobre el grupo, visite jhcentrosol.org.